martes, 5 de octubre de 2010

ANÁLISIS FILOSÓFICO: UN MUNDO DE FANTASMAS Y HUELLAS SIN ORIGEN - LA AMISTAD - JAQUES DERRIDA - AUTOR: MANUEL CALLE




COMENTARIO – ANÁLISIS Y OPINIÓN SOBRE EL FILÓSOFO JAQUES DERRIDA
(Un mundo de fantasmas y huellas sin origen - La Amistad)




Autor: Lic. Manuel Calle Reyes



• Es bellísimo y profundo cuando dice: “TODO LO QUE SE PUEDE DECIR DE UN AMIGO CUANDO MUERE ES LO MISMO QUE SE PODRÍA DECIR MIENTRAS ESTÁ VIVO”; me impresiona la gran importancia que tiene de “el otro” y en especial ese otro que es un desconocido y se hace “nuestro” es decir el amigo inseparable donde sólo la muerte puede separar, pero Derrida dice que lo mismo que cuando estaba vivo se podría decir lo mismo en la muerte, porque en la amistad de dos amigos “UNO DE LOS DOS VA A SOBREVIVIR Y QUE EL OTRO VIVIRÁ PARA RECORDARLO” y lo va a recordar partiendo del ser que fue y es, no como uno de tanto sino como un ser único, porque única fue la experiencia que hubo entre dos amigos.

• Se valora bastante la importancia del “nombre propio” es decir de la unicidad de cada uno, que ese Uno no puede ser otro, que a pesar que se hace uno con el amigo sigue siendo uno, porque estaba marcado en su unicidad.

• El termino “Deconstrucción” que lo caracteriza no como un método, sino como un modo de estar en el pensamiento; es decir la constante decisión del hombre de construir y destruir, para luego construir encim, por eso dice que es un modo de estar en el pensamiento, porque el hombre debe tener y tiene siempre esa actitud de “hacer”, se cumple cuando Javhe envío al profeta Jeremías y le dice “destruirás y construirás”; es la actitud del hombre de crear, de ingeniar, donde no halla el limite.

En la Deconstrucción el hombre se enfrenta a una estrategia que no tiene finalidad, porque hace temblar de solo pensar, que se va a destruir para luego construir, (hay que profundizar lo que significa dichas palabras en términos de la realidad), hay que construir y destruir para distinguir entre lo real y lo falso, de la realidad entre mal y bien, entre los engañoso y verdadero, porque en está sociedad no hay esa supuesta unidad, puesto que el hoy se enfrenta a una serie de ambivalencias que hace fisuras a está unidad; entonces la Decostruccion no es un método sino es una “critica” a este proceso que el hombre esta siguiendo.

• Es importante apreciar el concepto que tiene Derrida del “otro”, a ese otro que lo ven contaminado, que a veces derrocha respeto y amor, puesto que él ha vivido el holocausto judío y sabe lo que es sentirse el otro, pero que ese otro busca una comunidad, es decir un lugar donde pertenecer, pero que ese otro judío, lamentablemente tenía el estigma de ser excluido, de ser el contaminado, a la sazón, en su pensamiento, se hace una valoración excepcional de los que es el otro, no como que el otro es mi enemigo (como escribió alguien) sino que EL OTRO ES MI COMPLEMENTO.

• La sociedad actual le ha dado un privilegiado lugar a la voz frente a la escritura, porque le parece más directo, hace denotar su presencia, pero se olvida que la escritura es la semilla que se disemina del supuesto origen, es la pisada original, es la huella, y no puede haber huella sin un origen primero, entonces antes de la voz (que nos lleva siempre al presente, porque ese presente hace posible la presentación de lo presente pero en desmedro del pasado y también de su olvido, “tradición”), la escritura es esa huella, que da impulso a lo otro.

• Derrida pone en cuestión “la hospitalidad”, el huésped, aquel que recibe o da acogida al otro, que nos permite comprender como aquel, que se cree dueño de su propia casa, esta siempre habitado por los otros; hay un frente que es la lógica de la invitación, donde el huésped aparece sin que uno lo invite, ése que es como un “fantasma”, donde Derrida señala que hay que amar a los espectros y dice que todos mientras estamos entre la vida y la muerte, tenemos una condición fantasmatica, puesto que nosotros hoy estamos vivos y queremos el reconocimiento, la valoración, el recuerdo de cuando estemos muertos, donde el amor no acaba hasta que estoy vivo sino que debe perdurar hasta mi muerte, entonces hay que amar a ese “fantasmas” que luego seremos nosotros, cuando “vivamos” en la muerte.

Gracias.

Lic.Manuel Calle Reyes

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